La hipótesis de fatiga “muscular wisdom”

La hipótesis de la “muscular wisdom” , propuesta originalmente en torno a 1970, sugiere que la disminución en la frecuencia de activación de unidades motoras durante contracciones voluntarias máximas sostenidas no contribuye a la pérdida de fuerza, sino que tiene dos funciones clave: optimizar la excitación muscular conforme la velocidad contráctil se reduce debido a la fatiga, y proteger contra fallos en la conducción periférica. Esta hipótesis fue dominante durante décadas hasta que nuevas investigaciones cuestionaron su validez. Actualmente, se debate si la reducción en las frecuencias de activación durante contracciones máximas es causa o prevención de la fatiga.
Definiciones
La fatiga muscular se define tradicionalmente como la disminución reversible en la capacidad contráctil (fuerza o potencia) debida a la activación sostenida del músculo. Históricamente, esta definición ha evolucionado hacia enfoques más específicos, distinguiendo factores centrales (reducción progresiva de la activación voluntaria) de factores periféricos (cambios en o más allá de la unión neuromuscular).
Perspectiva histórica sobre factores centrales y periféricos de la fatiga muscular
Inicialmente, Merton (1954) observó que la estimulación eléctrica de nervios periféricos no incrementaba la fuerza durante contracciones voluntarias máximas sostenidas, sugiriendo que la fatiga era puramente periférica. Sin embargo, estudios previos y posteriores mostraron resultados contradictorios, indicando también la implicación de factores centrales, especialmente según la tarea realizada (Reid, 1927; Stephens y Taylor, 1972). La controversia sobre estos factores centrales y periféricos estableció el contexto para el desarrollo de la hipótesis de la “muscular wisdom”.
Mecanismos de la pérdida de fuerza durante la activación máxima sostenida
Durante contracciones voluntarias máximas, se observa isquemia muscular debido a la interrupción del flujo sanguíneo, acumulándose metabolitos que deterioran la función contráctil. En fibras musculares intactas, las alteraciones en las concentraciones intracelulares de calcio y en las cinéticas de los puentes cruzados causan pérdida de fuerza. También hay evidencia de que la alteración de las concentraciones extracelulares de iones como Na+ y K+ afecta la propagación del potencial de acción, pudiendo inducir fallos en la transmisión neuromuscular.
Desarrollo de la hipótesis de la muscular wisdom
Trabajos iniciales de Jones, Bigland-Ritchie y col
Los estudios de Jones y Bigland-Ritchie demostraron que, aunque la estimulación a alta frecuencia (80 Hz) era necesaria para igualar inicialmente la fuerza máxima voluntaria (MVC), esta frecuencia inducía una fatiga rápida, mientras que la estimulación a baja frecuencia (20 Hz) mantenía mejor la fuerza. Además, se observó que reducir gradualmente la frecuencia de estimulación de alta a baja durante la contracción (de 60 a 20 Hz) minimizaba la pérdida de fuerza, igualándola a una MVC sostenida. Esto respaldó la idea de que reducir la frecuencia de activación prevenía la fatiga al minimizar fallos en la conducción periférica.
Trabajos complementarios de Marsden, Meadows y Merton
Marsden y colaboradores respaldaron esta idea, denominando “sabiduría muscular” a la estimulación que reducía la frecuencia de activación progresivamente, lo cual demostró mantener mejor la fuerza. Observaron que la fuerza dependía principalmente del número total de impulsos eléctricos más que de la duración de la contracción, sugiriendo que la reducción en la frecuencia de activación minimizaba la fatiga.
Velocidad contráctil y sumación de fuerza
Desde hace décadas se reconoce la relación entre la velocidad contráctil intrínseca y la frecuencia óptima de activación muscular. Durante la fatiga, la relajación muscular se enlentece, permitiendo una mayor sumación de fuerza a menores frecuencias de activación. Esto implica que la reducción en la frecuencia de activación durante contracciones sostenidas permite mantener la fusión tetánica y preservar la fuerza muscular.
¿Sigue justificada la hipótesis de la muscular wisdom?
Trabajos más recientes cuestionan aspectos centrales de la hipótesis original. Fuglevand y Keen (2003), utilizando frecuencias fisiológicas de activación (máximo 30 Hz), encontraron que mantener una frecuencia alta constante producía menos pérdida de fuerza comparado con la reducción gradual de la frecuencia. Además, la disminución en la amplitud del potencial M (M-wave) observada durante la estimulación de alta frecuencia en estudios anteriores podría atribuirse a la cancelación de señales por solapamiento de potenciales, y no necesariamente a fallos significativos en la conducción periférica.
Estas investigaciones sugieren que la aparente protección contra la fatiga al reducir la frecuencia de activación observada en estudios anteriores podría ser un artefacto debido al uso de frecuencias de estimulación artificialmente altas, superiores a las frecuencias fisiológicas observadas en contracciones voluntarias.
Conclusión y perspectivas futuras
La hipótesis de la “muscular wisdom” es un ejemplo clásico de la capacidad adaptativa del sistema neuromuscular para minimizar la fatiga. Aunque originalmente se exageraron algunos aspectos, debido al limitado entendimiento en su momento, la evidencia actual sugiere que la reducción en la frecuencia de activación durante contracciones máximas sostenidas es predominantemente preventiva más que causativa de la pérdida de fuerza.
Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/07/The-muscular-wisdom-fatigue-hypothesis.pdf
Referencia completa:
Zero AM, Rice CL. The ‘muscular wisdom’ fatigue hypothesis: historical perspectives and contemporary challenges. Eur J Appl Physiol. 2025 Jul 1. doi: 10.1007/s00421-025-05872-5.