Yilber Díaz debutará en la LVBP con Caribes

“Me siento muy agradecido de estar aquí, de que el equipo me tomara en cuenta y ahora a dar lo mejor de mí esta temporada”, comentó Yilber Daniel Díaz, quien lanzará por primera en la LVBP, una vez que monté en la lomita por Caribes de Anzoátegui.
Ya debutó en las Grandes Ligas el año pasado con Cascabeles de Arizona. Dejó registro de 1-1 y efectividad de 3.81, luego siete compromisos (cuatro aperturas) y 28.1 episodios con 19 abanicados y la alta cantidad de doce pasaportes.
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Sin embargo, este derecho de 25 años tuvo un 2025 llenó de problemas físicos, que lo hicieron pasar por Doble A, AAA, Liga de Novatos y estuvo un careo con los “ofidios” en la MLB. Lanzó tres tramos, recibiendo cuatro hits y tres rayitas limpias, más tres transferencias y un ponche.
Agregó a prensa de la “Tribu” que esta “contento de que mi familia pueda venir al ‘Chico’ a verme lanzar y con mucha expectativa por vivir la emoción de la fanaticada en el Carrasquel (estadio)”.
También comentó a otros medios de comunicación que seguirá trabajando en mejorar su mecánica y el control. Los planes del cuerpo técnico de Caribes es que este oriundo de Guatire, estado Miranda, sea uno de sus abridores: “Trabajará donde me necesite el equipo”.
Y trabajar fuerte no es una simple frase que dice este derecho, ya que a los 16 años se lastimó y no fue firmado por ningún club… Se decepcionó y dejó la pelota. Se fue a Perú junto a su novia a buscar mejores derroteros, que incluyó vender golosinas y helados en la calle, entre otros medios de subsistencia.
Y el día de su suerte le llegó cuando un desconocido le preguntó cuando le compraba un helado, porque tenía las manos tan grandes, respondiendo Díaz que fue lanzador.
Entonces ese desconocido, scout del Team Carrillo, un programa de desarrollo de beisbol, en Chorillo, zona de Lima, le propuso hacer un video realizando diez envíos. Ese material llegó a las manos a Félix Pérez, quien dirige una academia en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui. Quedó convencido de lo que vio y se convirtió en su agente. Le envió ochenta dólares para que tomara el autobús de vuelta a Venezuela… y lo demás, es un constante luchar para Díaz.