octubre 16, 2025

¡Basta de aburrir al aficionado con pelotazos y falta de ritmo!

La reciente eliminación de Portuguesa y Academia Puerto Cabello en la fase preliminar de la Copa Libertadores ante Palestino de Chile y Nacional de Uruguay puso de bulto, una vez más, la brecha que se ha abierto entre el fútbol venezolano y el resto de los clubes de la región. Por razones económicas y deportivas a los equipos de la Liga Futve les resulta cuesta arriba competir tanto en la encumbrada Libertadores como en su hermana menor de la Copa Suramericana.

Con presupuestos muy limitados, sin los millonarios recursos por derechos de transmisión televisivos que reciben el resto de las ligas de Conmebol, encabezadas por Brasil y Argentina, en la que las grandes cadenas internacionales del entretenimiento pagan fortunas por tener en sus pantallas los partidos de cada jornada; el fútbol nacional sobrevive gracias al empeño de un grupo de empresarios que siguen inyectando dinero a la actividad.

Pero el dinero que se invierte en Venezuela en el fútbol de primera y segunda división es una menudencia en comparación con cualquier otro país de la Conmebol.

Solo basta con detenerse en que uno de los mejores extranjeros que ha venido al país en los años más recientes, el argentino Gonzalo Ritacco, zurdo de gran inventiva, pase de gol y formidable pegada, fichado por el técnico Eduardo Saragó para conformar al brillante y efectivo Deportivo Táchira que se coronó la temporada pasada, se marchó al Cienciano de Perú, donde le ofrecieron cumplir con las exigencias económicos que no podían pagarle el cuadro aurinegro para renovar contrato.

Si posamos la mirada en el fútbol de Brasil, vemos con el actual campeón de la Copa Libertadores invirtió en figuras mundiales como el incombustible Marcelo, el máximo ganador de trofeos en la historia del fútbol, o Douglas Costa, antigua estrella de la Juventus y el Bayern Múnich para fortalecer su plantilla.

Pero a falta de un holgado presupuesto, no tiene más alternativa que intentar ser competitivo con las armas que ha utilizado un equipo sin las rimbombantes contrataciones de estrellas de los clubes brasileños o argentinos, como es el caso del ecuatoriano Liga Deportiva Universitaria de Quito, que desde 2008 ha ganado una Copa Libertadores, dos Copas Suramericanas, dos Recopa Suramericanas y que el jueves volvió a plantarse firme en la final de la Recopa perdida finalmente 2-0 ante el mismo Fluminense en el estadio Maracaná, luego de imponerse en el partido de ida 1-0 en su cancha del Rodrigo Paz de Quito.

Los técnicos del fútbol nacional tienen en sus manos la posibilidad de transformar el espectáculo para conseguir mejores resultados, público en las gradas y patrocinantes. Hay que fijarse en lo que hace Liga de Quito. A falta de una estrella, se dedican a realizar un trabajo colectivo impecable. Todos meten para presionar la salida del rival, corren y corren durante los 90 minutos, sus jugadores van y vienen con la misma intensidad sin bajar los brazos, en lugar de pelotazos buscan controlar el balón con fútbol asociado y velocidad en cada ataque. Es cierto que no le alcanzó para derrotar esta vez a Fluminense, pero fue un equipo competitivo hasta el último minuto de los dos choques.

De modo que si los equipos de la Liga Futve quieren hacer algo más que sumar un triunfo anecdótico antes de quedar inexorablemente eliminados de las copas, tienen que cambiar radicalmente las fórmulas que lo vienen condenando al fracaso. ¡Basta ya de jugar en cámara lenta, basta de salir del fondo de la cancha sin velocidad ni ritmo, basta de tirar pelotazos, basta de jugadores que se retuercen para perder tiempo. El fútbol moderno es una mezcla de inventiva y vértigo, un filme de acción que nunca debe aburrir a quien paga una entrada para disfrutar y entretenerse.

Las frases

El fútbol nacional sobrevive gracias al empeño de un grupo de empresarios que siguen inyectando dinero a la actividad”

Los técnicos del fútbol nacional tienen en sus manos la posibilidad de transformar el espectáculo para conseguir mejores resultados”

Los equipos de la Liga Futve tienen que cambiar radicalmente las fórmulas que lo vienen condenando al fracaso”

Ley del Deporte Profesional para convertir al Futve en industria rentable

En el fútbol venezolano lo sorprendente no es que un equipo con mayor o poca historia, con títulos o sin ellos, desaparezca de un día para otro, producto de la pésima gerencia que dilapidó los recursos y dejó una fila interminable de cobradores; lo que realmente es admirable es que todavía sobrevivan instituciones como Caracas FC, Deportivo Táchira, Estudiantes de Mérida o Portuguesa que siguen allí, fieles a la idea de seguir apostando por el crecimiento y desarrollo de este deporte.

Por ello, a los empresarios que creen en el fútbol nacional hay que darle mejores condiciones para que puedan obtener patrocinio y recursos para sus equipos. Ya hemos dicho en otras ocasiones que es necesario impulsar la creación de la Ley de Deporte Profesional, un nuevo texto legal contemplado en la Ley de Deporte y Actividad Física que desde 2013 está en mora. Allí se podría incluir nuevas formas de funcionamiento de los equipos, su transformación en clubes y mecanismos para recibir patrocinio que ayuden a convertir al fútbol en una industria deportiva rentable.

Desaparición de Mineros de Guayana sería una catástrofe para la Liga

Mineros de Guayana es el caso más reciente y doloroso de un equipo de solera, tradición y arraigo en el fútbol nacional que está en vías de extinción. Después de cuatro décadas de existencia, en los que se convirtió en una de las mejores canteras para la formación y desarrollo de jugadores en el país, el cuadro negriazul se vino a pique desde hace varias temporadas.

Agobiado por problemas dirigenciales, económicas y deudas, Mineros tocó fondo la temporada pasada cuando se fue al descenso y todo indica que en Guayana ningún empresario está dispuesto a asumir las cifras rojas que dejó la gerencia del club para que el equipo dispute la venidera zafra en segunda división. Perder esta plaza es una catástrofe para el fútbol nacional. Porque el gobierno bolivariano realizó una enorme inversión para convertir el estadio Polideportivo de Cachamay en una de las joyas más elaboradas de la Copa América de 2007, y la desaparición de Mineros seguramente conllevará al progresivo deterioro de una cancha sin equipo ni fútbol. Los aficionados de Mineros deberían hacer sentir su voz para que esto no ocurra.

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