Casas rurales con ofuro japonés: relax en medio de la naturaleza
Un ofuro es como un jacuzzi, aunque sin burbujas y en versión japonesa. Si aún no lo has probado, seguramente te suene de haberlo visto en películas de anime como El viaje de Chihiro, del maestro Miyazaki. Se trata de una bañera profunda elaborada, generalmente, con madera de ciprés o cedro.
Más que para limpiarse, el ofuro está destinado a la relajación y la meditación. Por ello, antes de sumergirnos en el agua caliente es recomendable lavarse. El ritual busca purificar cuerpo y mente, y en muchos casos el agua se reutiliza.
La buena noticia es que, para relajarnos en uno de ellos, no hará falta cruzar medio mundo. Estos alojamientos rurales con ofuro están en España y, además de ser idénticos a los japoneses, muchos de ellos cuentan con impresionantes vistas a la montaña.
Caserío Montehermoso (Álava)

Un resort rural sostenible y de lujo, así se define el caserío Montehermoso, a 40 minutos de Vitoria, en Álava. Y no le falta razón, pues es de esos alojamientos a los que todo el mundo debería escaparse unos días para volver totalmente renovado.
Montehermoso está compuesto por varios apartamentos independientes de estilo provenzal con chimenea, spa privado, tocadiscos, servicio de habitaciones, jardín y bañera de hidromasajes junto a la cama. En dos de ellos, en los apartamentos Pagoa y Artea, además, hay dos ofuros japoneses de madera. Están al aire libre, en su respectivo jardín.
En el exterior del caserío también hay piscina, barbacoa, huerto ecológico y la opción de realizar actividades como baños de bosque, yoga, catas de vino y paseos a caballo.
Can Pletis (Girona)

Can Pletis es otro paraíso donde relajarse. Está en Molló, en El Ripollès, en lo alto de la montaña. Se trata de una casa de lujo que, además de ofrecer impresionantes vistas, cuenta con un ofuro japonés de leña en el exterior que permite una experiencia de baño tradicional al aire libre. Imagínatelo en invierno, sintiendo cómo cae la nieve en sus alrededores mientras estamos a remojo en agua caliente.
Además de este baño tradicional nipón, entre sus 6 dormitorios hay dos suites que cuentan con jacuzzi en la habitación. En sus instalaciones hay una bodega, barbacoas con horno de piedra y una buhardilla con una gran pantalla y sofás japoneses. También hay una gran claraboya desde donde contemplar el cielo estrellado del Pirineo.
Casa Rural Bigotes (Burgos)
Seguimos por el norte, se nota que cuando el frío aprieta lo que más apetece es un baño calentito. Y de lo primero parece que Burgos entiende bastante. Viajamos hasta la sierra de la Demanda, a Arlanzón, cerca de los yacimientos de Atapuerca. Allí está la casa rural Bigotes. Un alojamiento con ofuro japonés para 4-6 personas en su jardín que permite disfrutar de un baño tradicional en un entorno natural.
La casa combina elementos modernos con un ambiente rústico y cuenta con chimenea, solarium, merendero con barbacoa y horno de leña. Además, ofrece la posibilidad de realizar actividades como senderismo, pesca y rutas en 4×4 por los alrededores.
Mar de la Carrasca (Castellón)

Entre bosques y montañas, en Villahermosa del Río, encontramos Mar de la Carrasca. Un proyecto familiar y sostenible compuesto por El Barco y La Casa Flotante, dos alojamientos de arquitectura tradicional que se integran a la perfección con el entorno natural de sus alrededores: la energía se obtiene de placas solares, el agua de un manantial cercano y la leña es parte de la limpieza de los bosques.
En Mar de la Carrasca se nos despertarán todos los sentidos, sobre todo teniendo la oportunidad de relajarnos en un ofuro con vistas a la montaña. Este ritual de baño al estilo japonés lo podemos combinar con sesiones guiadas de yoga y meditación; o con un plato de comida casera preparada con mimo por la familia.
El Pájaro Loco (Madrid)

El Pájaro Loco se define como una casa spa. Y es que en su patio empedrado podemos disfrutar de un auténtico ofuro japonés ideal para ponerse en remojo una tarde de otoño. El alojamiento está situado en Valdepiélagos, al norte de la Comunidad de Madrid, en un entorno tranquilo muy cerca de la Ruta de los Pueblos Negros, entre Patones y Cogolludo.
Tiene capacidad para unas 17 personas, por lo que es perfecta para grupos o familias grandes. Junto al ofuro hay una barbacoa de forja y su interior cuenta con chimenea, para mantenernos calentitos cuando apriete el frío mientras disfrutamos de una tarde de juegos de mesa.
Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.