Clembuterol: ganancias musculares rápidas a costa de la capacidad cardiorrespiratoria

El clembuterol es un agonista β2-adrenérgico de acción prolongada y potente, originalmente desarrollado en los años setenta como broncodilatador para el tratamiento del asma. Sin embargo, más allá de su uso médico legítimo, se convirtió rápidamente en una de las sustancias más abusadas en el ámbito del culturismo y la mejora estética debido a sus supuestos efectos para reducir grasa y aumentar masa muscular. La percepción de que es uno de los “mejores quemadores de grasa” lo catapultó al uso generalizado, a pesar de estar prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) y de estar asociado con efectos secundarios graves, incluyendo hospitalizaciones e incluso muertes. En Europa, su consumo ilícito es especialmente prevalente en varones jóvenes, donde también figura entre los hallazgos más frecuentes en los controles antidopaje.
En paralelo a esta utilización ilícita, investigaciones en animales mostraron que el clembuterol producía hipertrofia muscular significativa y pérdida de grasa corporal en cuestión de semanas. Por ejemplo, en caballos se observó un aumento del 8% en masa magra y una reducción superior al 15% en grasa tras solo dos semanas de tratamiento. En roedores, tanto el clembuterol como otros β2-agonistas, como el salbutamol y la terbutalina, demostraron incrementar el contenido proteico del músculo esquelético en un 20-25% tras periodos cortos de administración. Estos hallazgos apuntaban a que los β2-agonistas podrían tener aplicaciones más allá de la broncodilatación, particularmente en condiciones de pérdida de masa muscular. No obstante, los estudios controlados en humanos sanos eran escasos, y existía un vacío de conocimiento en torno a los verdaderos efectos del clembuterol sobre la composición corporal, la capacidad cardiorrespiratoria y la señalización muscular.
A partir de esta premisa, el presente estudio se planteó como el primer ensayo clínico aleatorizado y controlado que investigó de manera sistemática los efectos de un ciclo corto de clembuterol en hombres jóvenes sanos. El protocolo consistió en dos ciclos de dos semanas de tratamiento oral con clembuterol (80 μg diarios) o placebo, separados por un periodo de lavado de tres semanas. Los investigadores evaluaron parámetros de composición corporal, condición cardiorrespiratoria, potencia de sprint, masa ventricular izquierda, volumen sanguíneo intravascular, así como biopsias musculares para analizar contenido proteico, enzimas oxidativas, abundancia de proteínas y señalización β2-adrenérgica.
Hallazgos principales
Los resultados fueron llamativos y duales. Por un lado, se observó un aumento significativo de la masa magra corporal, cercano a 0,91 kg en apenas dos semanas, acompañado de un incremento del 17% en el contenido total de proteínas musculares. Estas ganancias, que tradicionalmente se relacionan con programas de entrenamiento de fuerza de varias semanas, resaltan la capacidad anabólica del clembuterol. Es importante señalar que este aumento de proteínas no se debió a retención hídrica, sino a verdadera hipertrofia muscular, confirmada en tejido muscular liofilizado. Así, los efectos observados son consistentes con la activación de la síntesis de proteínas miofibrilares inducida por los β2-agonistas.
Sin embargo, el clembuterol no redujo la grasa corporal, a pesar de su reputación como quemador de grasa. Esta ausencia de efecto podría explicarse por la corta duración del tratamiento, o por factores no controlados como la actividad física y la dieta de los participantes. En estudios con otros β2-agonistas, como la terbutalina, se han reportado reducciones de grasa corporal de más de 1 kg en periodos de dos a cuatro semanas, acompañadas de aumentos de masa magra. La falta de restricción calórica en el presente ensayo también pudo haber permitido que los participantes compensaran el aumento en el gasto energético inducido por el fármaco.
Más allá de los cambios en la composición corporal, los efectos negativos del clembuterol resultaron especialmente relevantes. Se documentó una reducción del VO₂máx del 7% y una disminución del 4% en la capacidad de ejercicio, sin mejora alguna en la potencia de sprint. Esto implica que, pese a inducir hipertrofia muscular, el clembuterol compromete de forma significativa la aptitud cardiorrespiratoria. Curiosamente, no se detectaron cambios en la masa ventricular izquierda, el volumen sanguíneo intravascular ni la masa de hemoglobina, lo que sugiere que la disminución del VO₂máx se debe a mecanismos periféricos relacionados con la capacidad oxidativa del músculo y no a limitaciones centrales del sistema cardiovascular.
De hecho, los análisis en las biopsias musculares mostraron un descenso en la actividad de la enzima 3-hidroxiacil CoA deshidrogenasa (HAD) y una reducción en la abundancia del complejo V de la cadena de fosforilación oxidativa, indicando una represión de la capacidad oxidativa mitocondrial. Estos hallazgos coinciden con estudios en animales, donde se observó una disminución de enzimas oxidativas y alteraciones en la función mitocondrial tras el uso de clembuterol. En consecuencia, los efectos adversos parecen estar mediados por un deterioro en la capacidad del músculo para utilizar oxígeno de manera eficiente durante el ejercicio.
Adicionalmente, aunque el clembuterol aumentó la abundancia de PECAM-1, un marcador asociado a la capilarización muscular, esto no compensó la pérdida de capacidad oxidativa. El fármaco también indujo una activación aguda de la proteína quinasa A (PKA) y la fosforilación de la proteína ribosomal S6 (RpS6), dos elementos claves en la señalización de síntesis proteica. No obstante, esta respuesta se atenuó con la exposición repetida, lo que sugiere el desarrollo de tolerancia. Así, los efectos anabólicos del clembuterol parecen ser potentes pero transitorios, disminuyendo con el tiempo y el uso continuado.
La discusión del estudio enfatiza que los efectos anabólicos observados en solo dos semanas son comparables a los de varios meses de entrenamiento de fuerza o a los reportados en pacientes tratados con β2-agonistas por condiciones clínicas específicas. No obstante, se subraya que estos beneficios musculares vienen acompañados de consecuencias negativas para la salud cardiovascular y el rendimiento aeróbico. Desde una perspectiva de salud pública, estos hallazgos refuerzan la necesidad de prohibir y controlar el uso de clembuterol, no solo en el deporte de élite, sino también en el ámbito recreativo y estético, donde el riesgo de efectos adversos puede ser incluso mayor.
De este modo, las ganancias de masa magra no compensan la pérdida de capacidad aeróbica, sobre todo considerando que los efectos positivos tienden a disminuir con el tiempo debido a la tolerancia.
En conclusión, el estudio demuestra que un ciclo corto de clembuterol puede aumentar de manera significativa la masa magra y el contenido proteico muscular en hombres jóvenes, pero a costa de reducir la aptitud cardiorrespiratoria, suprimir la capacidad oxidativa del músculo y generar tolerancia en las vías de señalización β2-adrenérgica. Lejos de ser un “fármaco ideal” para mejorar rendimiento o composición corporal, el clembuterol representa un riesgo considerable, lo que justifica su inclusión en la lista de sustancias prohibidas en el deporte y alerta sobre sus peligros en el uso recreativo.
Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/09/Clenbuterol-induces-lean-mass-and-muscle-protein.pdf
Referencia completa:
Hostrup M, Moesgaard L, Fischer M, Wickham KA, Pleshardt M, Andersen AB, Bejder J, Thomassen M, Nielsen JJ, Dehnes Y, Bangsbo J, Nordsborg NB, Jessen S. Clenbuterol induces lean mass and muscle protein accretion, but attenuates cardiorespiratory fitness and desensitizes muscle β2-adrenergic signalling. J Physiol. 2025 Sep 14. doi: 10.1113/JP289023.