octubre 16, 2025

Correr induce plasticidad estructural y funcional en el hipocampo

Cooper C, Moon HY, van Praag H. On the Run for Hippocampal Plasticity. Cold Spring Harb Perspect Med. 2018 Apr 2;8(4):a029736. doi: 10.1101/cshperspect.a029736.

La inactividad física es un problema creciente a nivel mundial y se asocia a un mayor riesgo de deterioro cognitivo y enfermedades neurodegenerativas. Por el contrario, el ejercicio físico regular, y en particular la carrera, se ha identificado como un factor protector de la salud cerebral, capaz de mejorar la función cognitiva, retrasar el envejecimiento cerebral y reducir el riesgo de enfermedades como Alzheimer, Parkinson, depresión, ictus o lesiones cerebrales traumáticas.

En las últimas décadas, numerosos estudios en roedores y humanos han mostrado que el ejercicio produce cambios estructurales y funcionales en el cerebro. El hipocampo, una región clave para la memoria y el aprendizaje, es especialmente sensible a estos efectos. En el giro dentado del hipocampo adulto se generan nuevas neuronas a lo largo de toda la vida, y la carrera voluntaria en roedores potencia notablemente este proceso de neurogénesis, además de mejorar la plasticidad sináptica y el rendimiento en pruebas de memoria.

El ejercicio actúa mediante múltiples mecanismos locales y sistémicos. A nivel del propio hipocampo, se han observado incrementos en factores neurotróficos como BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), cambios en neurotransmisores como glutamato, GABA, serotonina o endocannabinoides, así como mejoras en la vascularización y en la eficiencia mitocondrial. De forma paralela, el ejercicio estimula la liberación de moléculas desde órganos periféricos como músculo (miocinas), hígado (hepatocinas) y tejido adiposo (adipocinas), que viajan por la sangre y modulan la plasticidad hipocampal.

El objetivo de esta revisión fue integrar los hallazgos recientes sobre cómo la carrera modula la plasticidad hipocampal a través de mecanismos centrales y periféricos, destacando la importancia del eje cuerpo-cerebro en la mejora de la cognición.

¿Cómo los diferentes mecanismos identificados se integran para explicar la notable capacidad del ejercicio, y en particular de la carrera, para inducir plasticidad estructural y funcional en el hipocampo?

  1. Neurogénesis y maduración neuronal

Uno de los hallazgos más consistentes es que la carrera aumenta el número de nuevas neuronas en el giro dentado. Sin embargo, los autores subrayan que no solo importa la cantidad, sino también la calidad de estas neuronas. Correr acelera la maduración, promueve una mayor complejidad dendrítica, aumenta la densidad de espinas sinápticas y facilita la integración de las nuevas células en los circuitos hipocampales. Este refinamiento estructural se asocia a una mejor discriminación de patrones y a una mayor capacidad de aprendizaje espacial.

  1. Factores neurotróficos y neurotransmisores

La plasticidad inducida por el ejercicio depende en gran medida del aumento de neurotrofinas, especialmente el BDNF. En modelos animales, bloquear BDNF impide las mejoras cognitivas inducidas por correr. En humanos, se ha observado que el incremento de BDNF en sangre tras el ejercicio se asocia con un mayor volumen hipocampal y mejor rendimiento en memoria. Asimismo, la carrera modula neurotransmisores excitatorios (glutamato) e inhibitorios (GABA), así como sistemas moduladores (serotonina, dopamina, endocannabinoides), contribuyendo a un equilibrio sináptico favorable para el aprendizaje.

  1. Angiogénesis y plasticidad cerebrovascular

El ejercicio incrementa el flujo sanguíneo cerebral y promueve angiogénesis en regiones clave como el hipocampo. Este aumento en la vascularización facilita el suministro de oxígeno, nutrientes y factores de crecimiento, creando un entorno óptimo para la neurogénesis y la plasticidad sináptica. El VEGF (factor de crecimiento endotelial vascular) desempeña un papel esencial en esta respuesta; de hecho, inhibirlo farmacológicamente bloquea los efectos del ejercicio sobre la neurogénesis.

  1. Papel de los órganos periféricos

La revisión enfatiza la visión sistémica de los efectos del ejercicio. El músculo libera miocinas como irisina o cathepsina B, que atraviesan la barrera hematoencefálica y promueven la plasticidad hipocampal. El tejido adiposo y el hígado también contribuyen con factores que influyen en la neurogénesis y la memoria. Esto sugiere que el hipocampo responde no solo a señales locales, sino a una compleja red de comunicación entre órganos que se activa durante la actividad física.

  1. Implicaciones clínicas

El ejercicio emerge como una herramienta poderosa y accesible para la prevención y el tratamiento complementario de múltiples condiciones neurológicas y psiquiátricas. Se ha demostrado que mejora la cognición en personas mayores, potencia la recuperación tras un ictus, reduce la progresión del Alzheimer en modelos animales y disminuye síntomas depresivos y ansiosos. Sin embargo, los autores reconocen que aún faltan estudios que definan con precisión la dosis, intensidad y tipo de ejercicio más efectivos para distintas poblaciones clínicas.

Conclusión

El artículo concluye que la carrera es una de las intervenciones más potentes para promover la plasticidad del hipocampo, actuando a través de un entramado de mecanismos locales (neurogénesis, sinaptogénesis, neurotransmisores, angiogénesis) y sistémicos (miocinas, hepatocinas, adipocinas). Esta plasticidad se traduce en beneficios cognitivos tangibles y en un potencial terapéutico relevante frente a trastornos neurológicos y psiquiátricos.

La evidencia sugiere que comprender y aprovechar el eje cuerpo-cerebro es clave para diseñar estrategias de prevención y tratamiento basadas en el ejercicio físico.

 Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/08/Onthe-Runfor-Hippocampal-Plasticity.pdf

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