octubre 19, 2025

El buen vino dejó afuera a Chile en la edición 2011

Pasadas las 6:00 p.m. con una ilusión inquebrantable y por supuesto con el objetivo de hacer historia saltó al césped del estadio San Juan del Bicentenario en Argentina la selección nacional dirigida en ese entonces por César Farías, para medirse ante la adversidad representada por un elenco chileno que apoyados en su historial favorable sobre la Vinotinto se veían ya clasificados a las semifinales de la Copa América.

La selección no solo tuvo que aguantar la presión de los aficionados chilenos, quienes eran mayoría en la cancha, sino con una campaña de desprestigios por los medios del país austral desde que se conoció el cruce de ambas selecciones.

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Con todo esa presión psicológica inició el encuentro y a medidas que pasaron los minutos el partido fue incrementando en intensidad. Venezuela en esa edición consiguió en la pelota parada a su mejor aliada gracias a la buena ejecución de “la zurda de oro” Juan Arango, quien tuvo como principal socio al defensor central Oswaldo “El Patrón” Vizcarrondo.

Y por esa vía llegó el primer tanto para Venezuela a los 34 minutos de juego. Los chilenos azorados por la desventaja y con el reloj en contra pudieron descontar con un remate de Humberto “Chupete” Suazo al 69’. Con el empate en el marcador y un duelo bien cerrado, la Vinotinto de Farías tuvo que usar literalmente la frase “con el cuchillo entre los dientes” para enfrentar los minutos finales. De nuevo un centro de Arango, un rebote del arquero Claudio Bravo y la pierna de Gabriel Cichero fue suficiente para mandar a guardar el balón, ganar el juego y avanzar.

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