Gasto energético en futbolistas profesionales

En 2020, la UEFA publicó un consenso de expertos con las recomendaciones nutricionales más recientes para futbolistas de élite. Estas guías sugieren que la ingesta de carbohidratos (CHO) debe situarse entre 3 y 8 g/kg/día, dependiendo de la carga semanal de entrenamientos y partidos, además de mantener una ingesta proteica de aproximadamente 1,6 g/kg/día y que las grasas representen entre el 20-35% de la energía total. Aunque representan un gran avance respecto a guías previas, la mayoría de estas recomendaciones no se basan en estudios realizados con jugadores de élite, sino en muestras más heterogéneas. Un análisis reciente mostró que solo el 24% de los estudios sobre nutrición en fútbol incluían jugadores profesionales y apenas el 2% se había realizado en futbolistas de máximo nivel (titulares en las principales ligas del mundo). Esto resalta la necesidad de datos más específicos para este grupo.
La estimación precisa de los requerimientos energéticos es clave para diseñar estrategias nutricionales adecuadas. El agua doblemente marcada (DLW) es el método más exacto y no invasivo para medir el gasto energético total diario (TDEE) en condiciones reales durante varios días. Sin embargo, los datos en futbolistas profesionales son escasos. En la temporada 2015-2016, un primer estudio con jugadores de la Premier League inglesa (EPL) reportó un TDEE absoluto de 3566 kcal/día y relativo de 45 kcal/kg/día en microciclos con dos partidos por semana. De forma paralela, en la Eredivisie neerlandesa se observaron valores más bajos (~3285 kcal/día).
En los últimos años, la intensidad del fútbol de élite ha aumentado de forma notable. Entre 2014/15 y 2018/19, las distancias recorridas a alta velocidad y en sprint en la EPL se incrementaron un 12% y 15% respectivamente, reflejando un juego más rápido, con más acciones de presión y contraataque. Esto supone que los jugadores estén sometidos a mayores exigencias de aceleraciones, deceleraciones y esfuerzos explosivos. Por ello, comprender cómo varía el TDEE en diferentes calendarios competitivos (una o dos jornadas por semana) es crucial para ajustar la nutrición. Aunque algunos estudios han mostrado que el volumen de carrera es mayor en semanas con dos partidos, hasta ahora no se había comparado directamente el gasto energético entre microciclos de un partido (1GW) y dos partidos (2GW).
Así, el objetivo del estudio fue cuantificar y comparar el TDEE, la ingesta energética y la carga externa en futbolistas profesionales de la EPL durante un microciclo de 1GW seguido de un microciclo de 2GW.
Este estudio aporta la primera comparación directa del gasto energético en futbolistas profesionales de la EPL entre microciclos con uno y dos partidos, utilizando el método de DLW. Los resultados principales mostraron que no hubo diferencias significativas en el TDEE entre 1GW y 2GW, a pesar de las variaciones en la carga de entrenamiento y competición. Esto sugiere que el gasto energético total de los jugadores se mantiene relativamente estable entre ambos escenarios, posiblemente porque las cargas externas acumuladas (distancia total, alta velocidad y sprint) fueron similares.
El TDEE medio hallado fue de 3551 kcal/día (41,7 kcal/kg/día), consistente con estudios previos en jugadores de la EPL y la Eredivisie. Sin embargo, fue inferior a lo reportado en jugadores de la J-League japonesa, lo que podría explicarse por diferencias culturales, climáticas, de entrenamiento o incluso étnicas. El rango individual fue amplio (2800-4500 kcal/día), lo que refleja la alta variabilidad interindividual. Esta variabilidad puede deberse a factores fisiológicos (tamaño de órganos metabólicamente activos, eficiencia mitocondrial), a la actividad física no registrada fuera de entrenamientos/partidos, o al propio rol táctico y posición en el campo.
Respecto a la relación entre carga externa y TDEE, se encontró correlación significativa en 2GW, pero no en 1GW. Esto sugiere que en semanas con más partidos, la variación del gasto energético está más asociada al volumen de alta intensidad y sprints. No obstante, el tamaño muestral pequeño limita las conclusiones definitivas.
En cuanto a la ingesta energética, los jugadores reportaron un consumo medio de 2975 kcal/día mediante el método de fotografía remota (RFPM), significativamente menor que la estimación derivada del DLW (3663 kcal/día). Esto supone una subestimación del 18-21%, en línea con investigaciones previas en fútbol y otros deportes, donde se evidencia la dificultad de evaluar con precisión la ingesta mediante métodos autoinformados. Factores como la omisión de alimentos, la dificultad para estimar porciones o la presión social pueden contribuir a este error. Esto resalta la necesidad de métodos más objetivos para monitorizar la dieta, como sistemas de reconocimiento de imágenes o biomarcadores.
Respecto a los macronutrientes, se observó cierta periodización de carbohidratos, con mayor consumo en día de partido (5,0 g/kg/día) en comparación con días de entrenamiento o previos/post partido (3,0-3,5 g/kg/día). Sin embargo, estas cantidades se sitúan por debajo de las recomendaciones de la UEFA, que sugieren 6-8 g/kg/día en MD-1, MD y MD+1. El incumplimiento de estas guías parece ser un patrón común en el fútbol profesional, posiblemente debido a una combinación de factores: altas ingestas de proteínas y grasas que desplazan a los carbohidratos, cultura nutricional en el deporte, metas de composición corporal poco realistas, confusión respecto al papel del CHO o consejos poco actualizados del entorno técnico. Esto podría tener implicaciones negativas en el rendimiento y la recuperación, especialmente en semanas con elevada densidad competitiva.
Los autores destacan que, pese a estas deficiencias, los jugadores mantuvieron un balance energético global estable, ya que el TDEE no difería entre 1GW y 2GW. Desde una perspectiva práctica, esto sugiere que las guías actuales de la UEFA (4-6 g/kg/día en entrenamientos y 6-8 g/kg/día en días de partido y recuperación) siguen siendo válidas para cubrir las demandas de ambos tipos de microciclos. Sin embargo, la falta de adherencia a las recomendaciones evidencia la necesidad de intervenciones educativas y estrategias de cambio de comportamiento para mejorar la ingesta de carbohidratos en el fútbol profesional.
Finalmente, se señalan limitaciones: tamaño muestral reducido (9 jugadores de un único club), ausencia de mediciones del metabolismo basal directo o de actividad física fuera de entrenamientos, y que la DLW no permite evaluar variaciones día a día. Aun así, el estudio aporta una visión actualizada de las demandas energéticas en el fútbol de élite, con implicaciones claras para la planificación nutricional.
Conclusión
Este trabajo demuestra que el gasto energético total de futbolistas de la Premier League no difiere entre microciclos con uno o dos partidos por semana, lo que respalda la aplicabilidad de las guías nutricionales actuales. Sin embargo, existe un desfase entre las recomendaciones y la práctica real, especialmente en lo referente a la ingesta insuficiente de carbohidratos. Las diferencias individuales en TDEE y la subestimación de la ingesta energética subrayan la necesidad de estrategias personalizadas y métodos más objetivos de evaluación dietética. Optimizar el consumo de carbohidratos en torno a los partidos sigue siendo un reto prioritario para maximizar el rendimiento y la recuperación en el fútbol de élite.
Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/09/Energy-Expenditure-of-Male-Soccer-Players-from-an-English-Premier.pdf
Referencia completa:
Foo WL, Hambly C, Tester E, Markakis P, Areta JL, Close GL, Speakman JR, Morton JP. Energy Expenditure of Male Soccer Players from an English Premier League Team Does Not Differ Between One-Game and Two-Game Per Week Microcycles. Med Sci Sports Exerc. 2025 Sep 2. doi: 10.1249/MSS.0000000000003850.