Hace más de 100 años ellos cobraban más que Ohtani

El drama de la cárcel del Estado de Wyoming se remonta a los años 1911-1915
Los 70O millones de dólares que ahora cobra Shohei Ohtani por 10 temporadas, son nada en comparación con lo recibido hace poco más de un siglo, por cada integrante de “The Death Row All Stars” (El All Stars de la Fila de la Muerte).
Ellos jugaban para salvar sus vidas durante un tiempo, ya que entre batazo y batazo, les aplazaban la ejecución.
Era, pues, un equipo integrado por presidiarios sentenciados a muerte. A morir ahorcados.
Entre ellos hubo un mexicano de Zacatecas llamado Roberto (Bobby) Guzmán, de 28 años de edad, sentenciado por asalto, robo y homicidio. Una tarde, el director de la cárcel, Félix Alston, le informó que debido a sus fallas en los dos últimos juegos, quedaba fuera del róster, y que sería ejecutado (ahorcado) la siguiente semana. Roberto no pudo esperar ese día. Se suicidó, ahorcándose él mismo, al colgarse en su celda con las tiras que hizo del uniforme de presidiario.
La otra cara del drama es la historia triunfal que durante 1911 y 1912, dos de los cinco años que duró el club, 1911-1915, vivió Joseph Seng, slugger, shortstop y outfielder, el más notable de aquellos presidiarios peloteros.
Alston estuvo al frente del penal durante nueve años, entre el 17 de abril de 1911 y el primero de marzo de 1919.
El asesinato. Seng era el preso número 1612. Nativo de Allentown, Pennsylvania, uno de 12 hermanos y hermanas de una familia muy pobre. Su preparación no pasó más allá de la primaria. Había sido sentenciado a muerte por matar a tiros a quien había sido su jefe, William Lloyd. Le descargó un revólver “Colt”, calibre 41, en la cabeza.
Cuando Alston llegó a la cárcel, se esperaba que Joseph fuera ahorcado en pocos días. Pero el nuevo director, fanático del beisbol, de los Tigres de Detroit y de Ty Cobb, vio una mañana cómo un grupo de los presidiarios practicaban con un bate, pelotas y guantes. Le llamaron la atención, especialmente, las habilidades de Joseph Seng.
Y se le ocurrió, que jugando al beisbol, los pocos días de vida que les quedaban serían más llevaderos. Más tarde consiguió que, si jugaban bien, les pospusieran las fechas del final de sus vidas. Era Alston tan entusiasta del beisbol, que a su hijito, Felix Jr. de nueve años, lo convirtió en mascota y bat-boy.
El nombre real era los Wyoming State Penitentiary (WSP), pero los diarios los identificaban como The Death Row All Stars.
Pronto, la mayoría de los ocho mil habitantes de Rawlins se hicieron admiradores de ellos, y especialmente de Seng. Acudían a verlos jugar en el campo acondicionado en la cárcel, y también cuando viajaban a otros sitios.
El pelotero Seng. Joseph Seng se dedicó a batear incogibles, incluso numerosos jonrones dentro de los parques (era antes de Babe Ruth), tanto a la zurda como a la derecha, y a brillar en el shortstop o en el rightfield, demostrando seguridad para capturar la pelota, y fuerza y educación en el brazo para sus tiros
Tan buenos eran “The Death Row All Stars”, que fueron calificados como “The Best in the West” (Los Mejores del Oeste). En los dos primeros años ganaron 39 juegos y solo fueron derrotados en seis oportunidades. Y se enfrentaban a los mejores conjuntos no profesionales de la región.
El capitán del equipo era George Saban, segunda base, quien dijo de Seng…: “Ha sido el mejor pelotero que he visto, incluídos los bigleaguers”.
El lanzador William Boyer (número 969, sentenciado por asesinato de su padre); y el receptor Horace Donavan (600, asesinato), eran dos de los estelares también.
Otros de los que jugaron por sus vidas fueron, el 1B Leroy C. Cooke (1749, asesinato); el LF Lazlo Korda (806, rapto y asesinato); Jack Carter, 3B (1109, asesinato); Benjamín Owen P (335, asesinato); Simón Kenler, RF (1443, rapto y asesinato); Darius Rowan, CF (5225, rapto y asesinato).
Ejecutado. De pronto Joseph Seng cayó en un inexplicable slump, y tuvo que ser sacado del roster camino a la muerte.
Después de varias posposiciones, y en medio de centenares de solicitudes porque le conmutaran la pena a cadena perpetua, Joseph Seng fue ejecutado el 24 de mayo de 1912. Tal como era de rigor, tenía las manos esposadas a la espalda, cuando a las 2:45 de la madrugada se abrió bajo sus pies la compuerta. El cuerpo cayó al vacío y quedó colgando del cuello. Así murió nueve minutos después, a las 2:54.
El equipo sin él, ya no fue el triunfador que había sido. Tres años después terminó la historia del más extraño conjunto de peloteros que ha existido. Y todos sus jugadores fueron ejecutados.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.