¿Hay un volumen límite de entrenamiento para conseguir hipertrofia muscular?

El entrenamiento de fuerza (RT) es la principal estrategia para inducir hipertrofia muscular en humanos. Entre las variables de programación, el volumen de entrenamiento (número de series semanales por grupo muscular) se considera un determinante clave, especialmente en individuos entrenados. La evidencia inicial, basada en revisiones y metaanálisis con sujetos no entrenados, apoyaba una relación dosis–respuesta: a mayor volumen, mayores ganancias de masa muscular. Sin embargo, estudios más recientes en individuos entrenados han cuestionado esta linealidad, proponiendo la hipótesis de un “punto de saturación del volumen”, más allá del cual incrementos adicionales no generan adaptaciones adicionales.
Mecanísticamente, el efecto del volumen parece depender de una red integrada de procesos: síntesis de proteínas musculares (MPS), biogénesis ribosomal, activación de células satélite y degradación proteica muscular (MPB). El objetivo del artículo es analizar la evidencia existente y explorar tanto los mecanismos fisiológicos como las limitaciones metodológicas que explican por qué algunos estudios no muestran una clara relación dosis–respuesta.
Relación dosis–respuesta entre volumen y ganancia muscular en sujetos entrenados
La literatura presenta resultados inconsistentes. Algunos estudios muestran beneficios lineales del aumento de series semanales, mientras que otros no encuentran diferencias significativas entre volúmenes bajos y altos. Ejemplos clásicos incluyen el trabajo de Ostrowski et al. (1997), que comparó 3, 6 y 12 series semanales sin diferencias estadísticas, aunque con una tendencia a mayor hipertrofia en el grupo de 12 series. Investigaciones más recientes han comparado 12, 18 y 24 series, o progresiones relativas del volumen, con resultados mixtos: en ciertos casos se observa más hipertrofia con volúmenes altos, en otros no se identifican beneficios adicionales una vez alcanzado un umbral mínimo.
Estos hallazgos han dado lugar a la hipótesis de que, en personas entrenadas, una vez alcanzado un volumen “suficiente”, los aumentos posteriores no producen mejoras adicionales en hipertrofia, lo que sugiere un punto de saturación.
Aspectos fisiológicos y moleculares
Balance proteico muscular
La hipertrofia es consecuencia de un balance proteico positivo, donde la síntesis (MPS) supera a la degradación (MPB). Este equilibrio es dinámico y está regulado por múltiples vías moleculares.
Mecanismos anabólicos
Está bien establecido que una sola sesión de RT incrementa agudamente la MPS, con magnitud y duración moduladas por factores como el estado nutricional, la intensidad y el volumen del ejercicio. Estudios han mostrado que más series aumentan la activación de vías anabólicas como mTORC1, evidenciada por la fosforilación de p70S6K y rpS6. Sin embargo, los estudios en sujetos entrenados son escasos. Burd et al. (2010) observaron mayor MPS tras 3 series que tras 1, pero no está claro si con volúmenes aún más altos aparece un techo de respuesta.
Mecanismos catabólicos
La degradación proteica, menos estudiada, también influye en la adaptación. Las principales vías son el sistema ubiquitina-proteasoma, las calpaínas y la autofagia. Algunos trabajos muestran que protocolos de muy alto volumen pueden incrementar la expresión de ligasas E3 (MuRF-1, Atrogin-1), marcadores de catabolismo. No obstante, en individuos entrenados esta respuesta parece atenuada, posiblemente por adaptaciones previas (efecto repetido) y mecanismos de auto-regulación.
En conjunto, la evidencia sugiere que volúmenes crecientes potencian la señalización anabólica, pero también podrían activar procesos catabólicos, generando un equilibrio que limitaría las ganancias adicionales y contribuiría a la hipótesis de saturación.
Consideraciones metodológicas
Selección de grupos musculares y ejercicios
Los resultados dependen del tipo de ejercicio y del rol del músculo como agonista directo o sinergista. Protocolos basados en ejercicios multiarticulares pueden subestimar la hipertrofia de músculos que actúan principalmente como auxiliares, en comparación con ejercicios monoarticulares. Esto explica discrepancias en los hallazgos entre estudios.
Volumen de entrenamiento previo
Un problema recurrente en sujetos entrenados es no controlar el volumen habitual previo al estudio. Al asignar un volumen absoluto (ej. 16 series), algunos participantes pueden experimentar una reducción respecto a lo que hacían antes, y otros un aumento, lo que sesga los resultados. Investigaciones recientes han intentado ajustar los protocolos en función del volumen previo de cada participante, mostrando que la progresión individualizada favorece resultados más consistentes y válidos.
Tamaño muestral y diseño
Muchos estudios presentan muestras pequeñas y sin cálculo de potencia, lo que aumenta el riesgo de error tipo II. Además, los diseños entre sujetos son vulnerables a la alta variabilidad individual en la respuesta hipertrófica. Los diseños intra-sujeto (ej. entrenar cada pierna con un volumen distinto) reducen esta variabilidad y mejoran la sensibilidad para detectar diferencias.
Riesgo de sesgo
El análisis de riesgo de sesgo mostró que la mayoría de estudios presenta limitaciones importantes: ausencia de protocolos pre-registrados, falta de cegamiento en evaluaciones, uso de medidas indirectas (espesor muscular por ecografía) sin reportar fiabilidad, o deficiencias en la aleatorización. Estos factores debilitan la validez interna y dificultan extraer conclusiones sólidas sobre la existencia del punto de saturación.
Perspectivas futuras
El debate sobre si existe un verdadero punto de saturación del volumen en sujetos entrenados está lejos de resolverse. Para avanzar se requieren:
- Diseños que integren análisis moleculares (MPS y MPB) con resultados morfológicos a largo plazo.
- Medición continua de síntesis y degradación proteica en condiciones de vida real, por ejemplo con técnicas como agua marcada con deuterio.
- Diseños híbridos que combinen análisis agudos y crónicos.
- Control riguroso del volumen previo y prescripción individualizada de progresiones.
- Uso de diseños intra-sujeto para reducir la variabilidad interindividual.
- Consideración de moderadores como el tipo de ejercicio (mono vs multiarticular), músculo analizado, historial de entrenamiento y capacidad de respuesta individual.
Solo con estudios metodológicamente sólidos y con integración mecanicista se podrá determinar si existe un verdadero punto de saturación de volumen, y bajo qué condiciones se manifiesta.
Conclusiones
Aunque la literatura clásica sugería una relación lineal dosis–respuesta, la evidencia en sujetos entrenados muestra resultados contradictorios. Es posible que exista un umbral de volumen a partir del cual aumentos adicionales no generen más hipertrofia, apoyando la hipótesis de un punto de saturación. Sin embargo, las limitaciones metodológicas de los estudios actuales impiden afirmarlo con certeza. El futuro de la investigación debe centrarse en el control riguroso del volumen previo, el diseño individualizado de progresiones y la integración de mecanismos moleculares con adaptaciones morfológicas.
Acceso libre al artículo original: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/09/Is-there-a-volume-saturation-point-for-muscle.pdf
Referencia completa:
Camargo JBB, Bittencourt D, Silva DG, Bergamasco JGA, Max Michel J, Roberts MD, Libardi CA. Is there a volume saturation point for muscle hypertrophy in resistance-trained individuals? A narrative review. Eur J Appl Physiol. 2025 Aug 29. doi: 10.1007/s00421-025-05959-z.