octubre 16, 2025

La asombrosa historia de Koufax, ningún otro como este lanzador

La carrera de 12 temporadas de Sandy Koufax (1955-1966) ha sido la más extraordinaria, increíble, apreciada y aplaudida en la historia del beisbol.

Tanto, que para la elección del Salón de la Fama de Cooperstown siempre tomamos en cuenta que el candidato haya tenido no menos de 10 buenas campañas en las Mayores.
Pues Koufax sufrió seis años mediocres, sus primeros; pero solo por las otras seis temporadas, mereció la visa para Cooperstown, sin que nadie, yo tampoco, haya protestado jamás.

Recibió 344 votos de los 396 electores de 1972; apenas 52 le negaron el sí.

A los 70 años del debut de Koufax

Después de 1960, lo llamamos “El Ilustre Judío” y “El Brazo Zurdo de Dios”. Porque, cuando él subía a la lomita, todos pensábamos que los Dodgers, fuera quien fuera el otro equipo, ganarían. Y en la mayoría de los casos, sí ganaban.

Ahora estamos solo a días de cumplirse 70 años de cuando Sandy, un jovencito desgarbado, apenas de 19 años de edad, nativo de Brooklyn, hizo su debut como lanzador de los Dodgers, quienes entonces tenían su casa en Brooklyn. Aquello ocurrió el 24 de junio de 1955.

Desechado por descontrolado

Pero el mozo parecía todo, menos un lanzador del beisbol. Lo habían desechado los Rojos por descontrolado.

Sandy había ganado una beca como jugador de baloncesto para estudiar en Cincinnati. Pero hizo saber allá que deseaba ser profesional como lanzador del beisbol y no como jugador de baloncesto.

Por eso, lo llevaron a probarlo. ¡Pero, oh, fracaso! El primer lanzamiento que hizo pasó por encima de la cabeza del catcher y se estrelló de aire contra el backstop.
¡Noooo, no nos interesa!”, fue la voz de los Rojos.

Los Dodgers sí confiaron en él

Pero los scouts de los Dodgers aseguraban que el muchacho tenía condiciones de bigleaguer, que solo había que enseñarle cómo sacarle el mejor de los resultados a tales habilidades.

Sandy abandonó la Universidad de Cincinnati y los estudios de Arquitectura para firmar con los Dodgers, cuya sede era su ciudad nativa, Brooklyn.

Le dieron un bono de 14.000 dólares, más seis mil de honorarios por cada una de las dos primeras temporadas.

El contrato establecía que no podía ser bajado a las menores.

A los 19 años ya era bigleaguer

Por eso, a los 19 años de edad, cuando solo había lanzado unos pocos juegos como aficionado, apareció ya en Grandes Ligas. Ese primer año, ganó dos veces, perdió dos, con efectividad de 3.02, 28 bases por bolas, 30 ponches, en 41,2 entradas.

Estaba Koufax en sus 22 años, cuando en 1958 aparecieron los Dodgers en Los Ángeles.
En sus primeras seis temporadas, acumuló 36-40, con efectividad de 4.01 y 405 bases por bolas, incluso un año de 100 y otro de 105. El New York Times publicó que el gerente, Walter Alston, se estaba volviendo loco por el descontrol del zurdo.

Asombroso cambio del nuevo pitcher

Pero en las otras seis campañas de su carrera (1961-1966) fue cuando se convirtió en héroe del beisbol. Ganó 129 juegos, apenas perdió 47. Totales en los seis años: 165-87, 2.76, 2.396 ponches en 2.324 entradas y 816 bases por bolas.

Su última temporada, 1966, fue triunfal, con récord de 27-9, 1,73.

Pero no pudo seguir lanzando. Los Dodgers le ofrecieron 120.000 dólares por la temporada de 1967, a lo que él respondió:

“El dolor en el codo es insoportable, por lo que no estoy en condiciones de satisfacer lo que esperan de mí los fanáticos, mis compañeros de equipo, ni los dirigentes de la empresa”.
De haber existido entonces la intervención Tommy John, Koufax hubiera tirado para casa otros 10 o más años; pero la inventaron en 1974.

Ahora, Sandy se prepara a fin de celebrar sus 90 años, el 30 de diciembre.

Dijo Ernie Banks, acerca de Koufax: “¡El más grande lanzador que vi en mi vida!”.

Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.

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