“Llevamos décadas asistiendo a un aumento progresivo de los trastornos mentales en la infancia y la adolescencia” – Salud y Medicina

CARMEN MORENO, jefa de Psiquiatría en Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
Carmen Moreno cuenta con una larga trayectoria en el ámbito de la psiquiatría, involucrándose especialmente en la investigación de las primeras fases de los trastornos mentales graves. Es profesora asociada de la Complutense y jefa de sección de Psiquiatría en el Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Además, ha coordinado el Programa de Infancia y Adolescencia del Centro Español de Investigación Biomédica en Salud Mental (CIBERSAM) y la Red de Neuropsicofarmacología Infantil y Adolescente del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología (ECNP).
¿Cómo está percibiendo la evolución de la psiquiatría en los ámbitos sanitario y social?
Es indudable que tenemos conocimientos científicos más sólidos, ha habido avances muy importantes en investigación y una evolución positiva en la práctica clínica. Disponemos de intervenciones eficaces, tanto en psiquiatría infantil como de adultos y geriátrica. Pero seguimos enfrentándonos a muchos retos. Los trastornos mentales son genuinas enfermedades del cerebro con una enorme heterogeneidad en sus causas y manifestaciones. Pese a los avances en investigación, es difícil transmitir que estos trastornos resultan de la interacción entre factores biológicos, psicológicos y sociales, y no de una única causa. Además, aunque la visibilidad y el cambio social sobre salud mental ha aumentado notablemente, potenciados tanto por las redes como por la movilización de pacientes y asociaciones -un buen ejemplo es el caso del autismo-, el foco está en los trastornos leves o en la promoción del bienestar general, con el riesgo de invisibilizar los trastornos mentales más graves o complejos, que mantienen altas tasas de estigma y marginación.
¿Cómo han mejorado los medicamentos dedicados a tratar la salud mental? ¿Hay menos medicación y más terapias?
Los avances en los tratamientos psicofarmacológicos y psicoterapéuticos deben trasladarse bien a la práctica clínica: utilizar los tratamientos idóneos con evidencia de eficacia en la persona adecuada, de la manera adecuada, el tiempo necesario. Ni más, ni menos.
Se trata de ser capaces de personalizar cada situación clínica. Para algunos trastornos mentales, sobre todo los graves, los fármacos son los tratamientos de elección, mientras que en otros casos la evidencia está a favor de la psicoterapia, Además, los pacientes no siempre prefieren un tratamiento psicoterapéutico, en igualdad de eficacia y de posibilidades hay quienes prefieren el farmacológico. Personalizar es la clave.
Como experta en infancia y adolescencia, ¿qué caracteriza la salud mental de nuestros niños?
Llevamos décadas asistiendo a un aumento progresivo de los trastornos mentales en la infancia y la adolescencia. Pueden haber influido diferentes paradigmas a nivel social, familiar y educativo, mejoría de la detección y el diagnóstico y, más recientemente, irrupción de las pantallas. Un trastorno en la infancia o juventud puede predisponer a problemas de salud mental a lo largo de la vida. Necesitamos prevenir, actuar a diferentes niveles. Hay evidencia suficiente sobre que, junto a la predisposición biológica, hay factores de riesgo prevenibles a lo largo de la vida.
Háblenos del pionero proyecto BootStRAP, sobre el mundo online y la salud mental juvenil
Es un proyecto a nivel europeo que busca entender qué características, con especial atención a sus patrones cognitivos, van a poner a los adolescentes en más riesgo frente a la tecnología, al uso problemático de Internet. A partir de aquí se diseñarán intervenciones en las escuelas para mejorar la resiliencia: prevenir en un estado temprano. Amparo Luque