Los bosques más encantadores de Navarra en otoño

Frondosidad, agua, vida, exuberancia. Son algunos de los adjetivos que podemos poner a los bosques de Navarra. Probablemente conozcas la Selva de Irati, pero hay muchos más espacios naturales que se preservan en este territorio como un tesoro secreto. Rincones para oxigenarse lejos de las masificaciones y de los postureos. Enclaves genuinos de naturaleza en los que desconectar con los colores del otoño.
Te desvelamos algunos de los parajes boscosos más impresionantes de Navarra con la condición de que cuides de nuestro secreto. Eso significa no contarlo demasiado por ahí para que los espacios naturales sigan siendo tan tranquilos como ahora y, por supuesto, respetar el entorno dejándolo igual que como te lo encontraste.
El sendero que lleva a la cascada del Cubo de la Selva de Irati

Quizás has oído hablar de la Selva de Irati o te has adentrado en ella. Se extiende a lo largo de más de 17.000 hectáreas en los valles de Aezkoa y Salazar en su parte navarra, así que tiene muchos rincones por descubrir. ¿Cuál elegir?
Recomendamos el sendero de Errekaidorra, un recorrido temático que pasa por la escalonada cascada del Cubo, por hayas y abetos centenarios y por paneles didácticos que explican el uso de la madera del bosque a lo largo de la historia. Es una ruta circular de 10 kilómetros de baja dificultad que comienza en el aparcamiento de las Casas de Irati.
Caminar por un hayedo encantado

La Sierra de Urbasa es famosa por su terreno kárstico y por albergar unas variadas formaciones calizas. Además, es una montaña emblemática para los pastores de la zona. Entre los secretos que esconde, te invitamos a descubrir el Sendero del Hayedo Encantado, conocido también como el “Itinerario de los montañeros”.
Son 9 kilómetros de recorrido lineal (ida y vuelta) de baja dificultad y señalizado con balizas de madera de color verde. Comienza en la caseta de información de la cara norte del parque y se adentra en un paraje mágico en el que las rocas adquieren formas que evocan submarinos, osos, buitres gigantes o tortugas.
Hiruzubide, la ruta de los tres puentes

Junto a las laderas del río Larraun, hay un sendero que une etnografía y naturaleza. Se trata de Hiruzubide o la ruta de los tres puentes, que se puede iniciar bien desde Mugiro o desde Lekunberri, haciendo primero un tramo de la Vía Verde del Plazaola. Pasa por el parque de las piedras de moler Ixkier y está acompañado en todo momento por los sonidos del bosque y el transcurrir del agua.
Es un recorrido circular de 4,2 kilómetros entre bosques de hayas, robles y avellanos y pasa por la cascada de Ixkier. Es una ruta que refleja muy bien el carácter hospitalario navarro, ya que se ha recuperado en auzolan, es decir, gracias a trabajos comunales entre la gente del pueblo.
Una cascada de leyenda en el Valle de Baztan

El pueblo navarro tiene una mitología propia, estrechamente relacionada con la naturaleza. Una de las muchas leyendas asociadas a parajes naturales cuenta que una lamia —seres mitológicos parecidos a ninfas acuáticas con cuerpo de mujer y patas de ave— se enamoró de un joven pastor de Erratzu. El chico la rechazó, lo que le provocó un llanto que se convirtió en una impresionante cascada cristalina. Hablamos de la cascada de Xorroxin.
La ruta que lleva hasta este paraje tan especial es un sendero circular de 7,5 km sin dificultad, ideal para familias, y parte desde el parking de Erratzu. Recuerda que, en temporada alta, tendrás que reservar plaza previamente (es gratis, se hace para controlar el aforo y evitar masificaciones).
Un paseo por los embalses de Leurtza

En el Valle de Malerreka están los dos embalses de Leurtza, que se construyeron a comienzos del siglo XX para la producción eléctrica. Hoy forman parte de un espacio natural en el que convive esta explotación con el pastoreo y actividades de ocio como el senderismo.
Hay una zona de aparcamiento con mesas, fuentes y asadores, y tres senderos que rodean los embalses, de unos 2 kilómetros y accesible.
El secreto de Mata de Haya

El entorno natural de Mata de Haya, también conocido como Rincón de Belagua, esconde un secreto: tiene una de las zonas de bosque mejor conservadas del Pirineo occidental. Para descubrirlo, puedes seguir el Sendero de Dronda, apto para todos los públicos, que pasa por un hayedo que, al atravesarlo, verás que parece la bóveda gótica de una catedral.
El recorrido discurre también por prados, caminos sencillos y agradables y ofrece preciosas vistas de los montes del Valle de Roncal. Es una ruta circular de 4,5 kilómetros y apenas 90 metros de desnivel positivo.
El Bosque de Orgi, un lugar milenario

Muy cerca de la capital, Pamplona, está el Valle de Ultzama. Ahí se encuentra el único testigo de robledales húmedos de Navarra: el Bosque de Orgi, un enclave natural milenario de 80 hectáreas y de gran interés ecológico.
No hace falta ser un senderista experimentado para adentrarse en sus profundidades, ya que los senderos del Bosque de Orgi son sencillos, llanos y accesibles, de entre 2 y 10 kilómetros. Aquí está toda la información.
El Sendero Iturburua, en un bosque medieval

El Señorío de Bertiz, en el Pirineo navarro, es un Parque Natural que hunde sus raíces en la Edad Media. Su primer propietario conocido fue Pedro Miguel de Bertiz, en el siglo XIV. Tras pasar por varios dueños, los últimos lo cedieron a principios del siglo XX al Gobierno de Navarra con la condición de que lo conservara.
Hoy es un rincón verde de gran belleza abierto a todo el mundo. Uno de sus tesoros es el Jardín Histórico-Artístico de más de 100 años con una gran diversidad botánica.Un buen recorrido para conocerlo a fondo es el Sendero de Iturburua.
Es una ruta sencilla de 6,5 kilómetros y un desnivel de 180 metros que comienza junto a la Oficina de Turismo y el Área de Acogida del parque. Tiene un paisaje de contrastes en el que se pueden ver desde plataneros hasta robles y hayas, así como restos de construcciones tradicionales que recuerdan antiguos oficios como el del carbonero o el de la recolecta de castañas.

Periodista y aventurera. Me has podido leer en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia, El Salto y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. También soy un intento de baserritarra.