‘Mr. Scorsese’ es el homenaje perfecto a un director legendario. Una carta de amor que nos recuerda la gran suerte que tenemos de disfrutar aún con su cine

A sus más de ochenta años, Martin Scorsese no ha perdido la energía ni las obsesiones que lo convirtieron en uno de los grandes narradores del séptimo arte. En ‘Mr. Scorsese‘, la docuserie de cinco partes dirigida por Rebecca Miller y disponible en Apple TV+, el cineasta se expone con una honestidad desarmante, repasando su vida y su carrera con la lucidez de quien entiende que el cine no solo ha sido su oficio, sino una forma de entender el mundo.
Desde niño, cuando el asma lo confinaba a las salas de cine con aire acondicionado de Nueva York, hasta el día de hoy, cuando sigue trabajando sin descanso, Scorsese ha vivido en simbiosis con las películas. «Es una piedra angular de toda esta forma de arte», afirma Steven Spielberg al comienzo del primer episodio. Y Miller demuestra que, en efecto, resulta casi imposible imaginar el cine sin Scorsese, o a Scorsese sin el cine.
Una vida contada en películas
Rebecca Miller recorre con precisión y sensibilidad la vida del director, desde su infancia en las calles de Nueva York -que más tarde inspirarían ‘Malas calles‘ (1973)– hasta su consagración como uno de los grandes autores del siglo XX. ‘Mr. Scorsese’ no se limita a ser una cronología, sino que es un mapa emocional de un artista que aprendió a mirar el mundo desde su ventana y a narrarlo a través de un objetivo. La docuserie avanza película por película, explorando cómo cada una refleja un momento vital, desde los comienzos inciertos de ‘¿Quién llama a mi puerta?‘ (1967) (‘Who’s That Knocking at My Door’), la experiencia con ‘El tren de Bertha’ (1972) o la catarsis artística que llegó con ‘Taxi Driver‘ (1976) y ‘Toro salvaje‘ (1980).
Los años setenta y ochenta, marcados por su amistad con Robert De Niro, sus adicciones y su búsqueda espiritual, están retratados con una honestidad que pocas veces se han visto en pantalla. Miller no idealiza al genio, sino que muestra también su fragilidad, su obsesión y los costes personales de una carrera que lo consumió por completo. A través de imágenes de archivo, entrevistas íntimas y testimonios de amigos como Brian De Palma o Mick Jagger, el documental se convierte en un espejo donde se reflejan tanto el artista como el hombre que hay detrás.
En las últimas décadas que abarca la serie documental, se muestra cómo su colaboración con Leonardo DiCaprio -de ‘Gangs of New York‘ (2002) a ‘Los asesinos de la luna‘ (2023)- reavivó su energía creativa y lo mantuvo en la conversación cultural. Miller consigue algo excepcional: que la historia de este artista con tanta trayectoria vuelva a parecer nueva. El resultado es un retrato cinematográfico que, al igual que sus mejores películas, oscila entre la culpa, la redención y la fe ciega en el poder de contar historias.
El retrato íntimo de un genio


Uno de los grandes logros de ‘Mr. Scorsese’ es el acceso total que Miller obtiene al director. Las entrevistas con sus hijas, sus amigos y sus compañeros -de De Niro a DiCaprio- aportan una humanidad que trasciende la mitología del autor. Scorsese se muestra juguetón, vulnerable y profundamente autocrítico, capaz de reírse de sí mismo y de sus propios fracasos. En cada anécdota, en cada reflexión, se percibe la pasión inagotable de alguien que sigue preguntándose si su última película estará a la altura de la anterior.
Si algo queda claro tras verla, es que ‘Mr. Scorsese’ no es solo un repaso a la carrera de un maestro, sino una celebración de su obsesión por el cine como forma de vida. Aunque la última entrega podría haberse extendido más para abarcar su labor en la preservación cinematográfica o sus documentales musicales, la docuserie consigue algo más valioso: recordarnos por qué seguimos mirando sus películas con devoción. Porque entender a Martin Scorsese es, en cierto modo, entender el cine.
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