abril 28, 2025

El beisbol llora el adiós de Dotel

El deporte es realmente especial por esos grandes momentos que generan emoción y felicidad, alimentan sueños y fanatismo. Todos amamos las grandes historias, aunque poco conocemos del trasfondo, del verdadero sacrificio físico y mental que hicieron los jugadores y sus familias. Es como si solo lo bueno se mantuviese presente. Por ello nunca estamos listos para esos momentos realmente dolorosos, esas pérdidas que no se pueden recuperar en la siguiente temporada y esos días donde el juego no importa.

Esta ha sido una semana realmente difícil para la República Dominicana, luego de que colapsara el techo de un club nocturno en el que ofrecía un concierto el merenguero Rubby Pérez. Para la mañana del miércoles se habían confirmado más de 100 fallecidos y entre ellos el ex grandeliga Octavio Dotel. Porque si, el deporte no escapa de esas sacudidas que te da la vida cada cierto tiempo. Y hoy no queda más que recordar y agradecer todo lo que como atleta le dio a la República Dominicana y a los amantes del beisbol en general. Hoy resulta necesario rememorar su historia, que siempre será un guiño a la persistencia.

Octavio Dotel jugó 15 temporadas en Grandes Ligas, desde 1999 hasta 2013, y defendió la camiseta de 13 equipos diferentes: Astros de Houston, Atléticos de Oakland, Reales de Kansas City, Mets de Nueva York, Yanquis de Nueva York, Tigres de Detroit, Medias Blancas de Chicago, Piratas de Pittsburgh, Dodgers de Los Ángeles, Rockies de Colorado, Bravos de Atlanta, Azulejos de Toronto y Cardenales de San Luis.

Comenzó como abridor, pero con los años se convirtió en un gran relevista. Vio acción en dos Series Mundiales, en 2011 y 2012 con Cardenales y Tigres, respectivamente. Y obtuvo su añorado anillo en 2011, cuando terminó la postemporada con una buena efectividad de 2.61 tras 10 innings y un tercio de solo tres carreras, apenas dos boletos y hasta 14 ponches. De acuerdo con Las Mayores, su promedio de carreras limpias es de 3.78 tras 951 entradas de labor, en las que recetó hasta 1143 ponches y concedió 412 pasaportes.Terminó con 109 salvados y un récord positivo de 59-50.

Muchas veces fue consultado por sus múltiples cambios de equipo y, siempre buscándole el lado positivo, decía: “todo el mundo quiere un pedazo de Dotel”. La verdad es que fue increíblemente persistente y poco le importó si tenía que empezar de cero y volver a la agencia libre, siempre estuvo listo para pelear un puesto. Siempre fue un representante digno de esa garra e intensidad que sólo tienen los peloteros del Caribe. Por eso y más será eterno y sí, un pedacito de él vivirá siempre en cada fanático que lo vio jugar.

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