En honor al “Rey David”

Los homenajes se dan en vida, no tengan duda de eso. Si existe el deseo de enaltecer a alguien para celebrar sus hazañas, que sea mientras éste pueda disfrutarlo y ser consciente de que es realmente valioso para los demás. Por eso y más, desde esta tribuna, celebramos el hecho de que la temporada 2025-2026 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional lleve el nombre del “Rey David”, David Concepción, una de las primeras grandes estrellas venezolanas del beisbol.
Como amantes de la pelota, tenemos años peleando por el hecho de que no haya sido exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown, aún cuando hizo parte de la “Gran Maquinaria Roja”. Esos Rojos de Cincinnati de 1970, que en siete temporadas (1970-76) conquistaron cuatro veces la Liga Nacional y se coronaron dos años seguidos en la Serie Mundial (1975-76). Todos ya saben de sus 2326 hits, que incluyen 538 extrabases, sus 950 carreras empujadas y sus 993 anotadas. Pero está bien, no vamos a insistir en lo obvio. Vamos a honrarlo nosotros en casa.
Porque no solo se trata de un perfecto representante del talento venezolano en las Grandes Ligas, donde jugó 19 años, todos con los Rojos, y fue convocado a nueve Juegos de Estrellas, ganó cinco Guantes de Oro y dos Bates de Plata. También fue un figura recurrente en la LVBP porque realmente su estatus de estrella nunca afectó su deseo de jugar en casa, siempre tuvo tiempo y ganas de ser parte de nuestra pelota, donde dejó huella con sus amados Tigres de Aragua.
Debutó en el circuito local en la temporada 1967-1968 con apenas 19 años y solo tres años después hizo lo propio en Grandes Ligas, entonces quizás muchos pensaron que no le verían en Venezuela tan seguido, pero se equivocaron. Estuvo presente en la LVBP durante poco más de dos décadas y con sus Tigres fue campeón tres veces en 1972, 1975 y 1976. Al hacer el anuncio de que la venidera temporada llevaría su nombre, la liga -en su página web- recordó que todavía hoy día es el líder histórico de Tigres en hits (818), bases robadas (99) y promedio al bate (.285).
David, un atleta natural, que fue selección nacional de baloncesto, jugó vóleibol y fútbol, y era un amante empedernido del automovilismo, definitivamente nació para ser INMORTAL del deporte. Y eso se cumplió aquí en 2003, cuando fue exaltado al Salón de la Fama del Beisbol Venezolano. Además su número 13 está retirado por los Tigres. ¿Cómo no honrarlo?, ¿cómo no seguir buscando excusas para que su historia se cuente una y otra vez?, ¿cómo no querer que viva eternamente asociado al deporte que tanto amo y al que tanto entregó?… merece este y un millón de homenajes más.
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