abril 21, 2025

Hablar demasiado no le hace falta

El idioma alguna vez fue una barrera para los peloteros venezolanos que llegaban a Grandes Ligas y de eso habló Alfonso “Chico” Carrasquel en su biografía “Con la V en el pecho” escrita por la periodista Milagros Socorro, que -valga la cuña- es una joya. Hoy por hoy todo es más sencillo porque hay muchas herramientas para aprender otro idioma y en el caso del beisbol las organizaciones se preocupan mucho más por eso. Pero realmente traigo a colación aquel libro porque en él Alfonso decía que, como no podía comunicarse de forma eficaz, iba a dejar que su talento, tanto con el guante como con el bate, hablara por él. Y créanme lo logró.

Esa anécdota me hace pensar en Jackson Chourio. No porque no hable inglés, que en realidad no sé si lo hace, sino porque es realmente un joven de pocas palabras, bastante pocas diría yo. Y claro ha mejorado con el paso de los años, el Jackson que hoy atiende a la prensa con respuestas precisas no es el mismo que hace un par de temporadas jugó en la LVBP con las Águilas del Zulia y huía de las entrevistas. Indiscutiblemente ha mejorado.

Y en honor a la verdad no parece que le haga falta extenderse más en sus declaraciones. Tal y como lo prometió el “Chico” en su oportunidad, Chourio habla con el bate y lo hace desde hace mucho, por eso es que sin jugar siquiera un encuentro en Grandes Ligas consiguió en 2023 aquel contrato de ocho años y 82 millones de dólares. Ya el año pasado, en su primera campaña en el Big Show, firmó un 20-20, con 21 cuadrangulares y 22 bases robadas, además impulsó 79 carreras y bateó para .275.

Acaparó miradas a diestra y siniestra y entonces todo tuvo sentido, aquel contrato y toda la paciencia que le tuvo Cerveceros en el comienzo de la campaña porque, la verdad sea dicha, los primeros meses fueron difíciles. Bateó .243 antes del Juego de Estrellas, pero .310 después. Todo eso con tan solo 21 años. Inevitablemente las expectativas de cara a 2025 fueron siempre en ascenso y, hasta ahora, no ha decepcionado. El que se haya preocupado por los cinco ponches del Opening Day todavía no lo conoce.

Chourio es un pelotero a carta cabal, de esos que saben que ni los jonrones, ni mucho menos los ponches, del juego ayer tienen alguna importancia para el de hoy. Todos los días hay una nueva oportunidad de demostrar de qué están hecho y él la ha aprovechado como nadie. Para el momento en que se escribe esta columna el zuliano ha disputado 13 compromisos y en 12 ha conectado al menos un hit, tiene cuatro vuelacercas y 16 remolques, la segunda mejor marca de las Grandes Ligas, solo por detrás de Aaron Judge que tiene 20. Batea .310 y OPS de .960.

No, no le hace falta extenderse en sus declaraciones, ni precisar los objetivos que persigue, de hecho le han insinuado el 30-30 muchas veces y no han conseguido que lo diga de su propia boca. Tan solo ha expresado un objetivo y es “darle duro a la pelota”.

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