Luis Arráez, extraordinario pelotero y superior como persona
De Luis Arráez se dijo al comienzo:
“Es tremendo bateador”.
Poco después:
“Mira… Corre muy bien las bases”.
Más tarde:
“¡Óyeme!… Pero si es que también es notable a la defensiva en cualquier posición”.
Pero lo que se dice de este yaracuyano de San Felipe, desde sus cinco años por las menores, es que ha sido muy bien educado. No solo por cómo se expresa, sino también por el comportamiento frente al mánager, frente a sus jugadores compañeros, frente al público y frente a los periodistas.
El mánager Baldelli
El primer mánager de Luis en Grandes Ligas, en 2019, Rocco Badelli, dijo ante los reporteros de Minnesota:
“Arráez exhibe una delicadeza natural cuando habla. Es tan respetuoso como cualquier Embajador de una Potencia Mundial y como pelotero, se entrega ciento por ciento al equipo.
“Conversaba con él a comienzos de la temporada acerca de la posición donde más le agradaba jugar. Y me respondió: “Usted es el mánager y por eso sabe dónde puedo servir mejor al equipo. Ahí es donde mejor sentiré, porque la misión es ganar juegos. Estoy a sus órdenes, señor”.
Si Arráez pasa caminando cerca de alguien del beisbol, sin saludar por no conocerlo, y se lo advierten, se devuelve, extiende su mano, se declara “a la orden” y expresa cuánto le agrada conocerlo. Ésto lo viví con él.
Lo más difícil de todas las actividades deportivas del mundo, es batear. Si fracasas en siete de cada diez intentos frente al pitcher, eres un héroe y te pagan millones de dólares, porque bateas para 300. Pues, Luis batea con una facilidad comparable a la que demuestra un recién nacido mamado la leche materna.
Pero, ¿cómo lo hace?
Habla Luis Arráez
“Lo que siempre he tratado, cuando estoy al bate, es ver la pelota lo mejor posible, desde que el pitcher la suelta. Y cuando llega la bola a mi área, rápidamente establezco si la puedo chocar con lo más grueso del bate. Eso es lo importante. Puede ser un pitcheo en plena zona de strike o fuera del área del home. No importa. He conectado muchos hits contra lanzamientos en zona de bola mala.”
“Creo que lo más importante es querer jugar al beisbol, amar este maravilloso deporte, el mejor, el más divertido, el más inteligente y sublime en la historia de la humanidad”.
Pero sí, es muy difícil batear
Desde 1901, solamente seis veces ha terminado alguien una temporada con 400 o más de promedio: 1901, Nap Lajoie, 426; 1911, Ty Cobb, 420; 1920, George Sisler, 407; 1923, Harry Heilman, 403; 1924, Rogers Hornsby, 424; 1941, Ted Williams, 406.
Los mejores promedios al bate y el protagonismo de latinoamericanos
Los mejores promedios al bate de por vida: Ty Cobb, 366; Roger Hornsby, 358; Tris Speaker, 345; Ed Delahanty, 345; Ted Williams, 344; Babe Ruth, 342; Willie Keeler, 341; Harry Heillman, 341; Lou Gehrig, 340; Bill Terry, 340.
Tres veces fueron campeones de bateo un latinoamericano en cada Liga:
Tonny Oliva 323-Roberto Clemente 339, en 1964… Oliva 321-Roberto Clemente, 329, en 1955… Miguel Cabrera, 344-José Reyes, 337 en 2011… Yandy Díaz, 330-Luis Arráez, 354, en 2023.
Arráez, además, fue líder al bate de la Liga Americana, jugando para los Twins en 2022, con 316 y de la Nacional en 2024, con 314 con Padres y Marlins. En 2023 se tituló jugando para Marlins, en el cambio que envió a Pablo López a Twins antes de iniciarse la temporada. Bateó para .354 de average.
Este año, Luis registraba hasta ayer, para .277.
Los honorarios ganados y las proyecciones en los próximos años
Luis Arráez recalca que él pagaría para jugar en Grandes Ligas.
Pero como al contrario, pagan por jugar; pues, él cobra.
Desde su primer año en Grandes Ligas, ha acumulado salarios por 32 millones 825 mil dólares; y está firmado hasta hasta terminar la actual temporada por 14 millones. Si no lo contratan antes, será agente libre a fines de este año.
A los 29 que cumplirá el nueve de abril próximo, pueden firmarlo por más de 300 millones para cinco temporadas o por más de 500 millones para 10 años… ¡Amanecerá y veremos!
Entre tanto, los agentes, “MVP Sports Group”, están preparados para luchar por lo mejor para Luis, el orgullo de San Felipe.
