julio 11, 2025

Efectos de la suplementación con creatina en pacientes con cáncer

La suplementación con creatina (CrS) ha sido extensamente estudiada en contextos deportivos, principalmente por su capacidad para aumentar la fuerza, la masa muscular y mejorar la recuperación en ejercicios de alta intensidad. Sin embargo, investigaciones recientes han explorado sus posibles aplicaciones terapéuticas en enfermedades crónicas, incluyendo el cáncer. Este artículo presenta una revisión sistemática del efecto de la CrS sobre la composición corporal en pacientes oncológicos, con especial atención a su posible influencia en masa muscular, masa grasa, peso corporal y ángulo de fase.

La creatina es un compuesto natural sintetizado por el hígado, el páncreas y los riñones a partir de aminoácidos como arginina, glicina y metionina. Se almacena principalmente en el músculo esquelético (aproximadamente un 95%) y se obtiene tanto por vía endógena como a través de la dieta (carne roja, pescado) o suplementación. La suplementación es la vía más eficaz para aumentar los niveles musculares de creatina.

Mientras que los beneficios ergogénicos de la creatina en sujetos sanos están bien documentados, su aplicación clínica ha sido explorada con resultados prometedores en enfermedades como diabetes, osteoporosis, deterioro cognitivo, EPOC o sarcopenia. En el ámbito oncológico, la importancia de mantener una composición corporal adecuada es crítica, ya que la sarcopenia —presente en el 14-78% de los pacientes con cáncer— está asociada a peor calidad de vida, mayor toxicidad a tratamientos y menor supervivencia. A pesar de ello, los efectos de la CrS sobre la composición corporal en personas con cáncer no han sido suficientemente investigados.

La revisión parte de la hipótesis de que la CrS podría ayudar a mitigar los efectos catabólicos del cáncer y sus tratamientos, particularmente cuando se combina con entrenamiento de fuerza, modalidad ya conocida por su eficacia para mejorar masa muscular y fuerza.

El objetivo de esta investigación fue evaluar sistemáticamente los efectos de la suplementación con creatina sobre la composición corporal en pacientes con cáncer, ya sea en tratamiento activo o supervivientes, y determinar si dichos efectos se ven potenciados al combinarse con ejercicio de fuerza.

Principales hallazgos

  • Efectos en el peso y el IMC

La CrS no mostró efectos consistentes sobre el peso corporal ni el índice de masa corporal (IMC). Algunos estudios reportaron aumento de peso en ambos grupos (CrS y placebo), otros observaron incrementos solo en el grupo placebo o en ninguno. Este resultado sugiere que la ganancia de peso no puede atribuirse directamente a la CrS, especialmente en contextos de tratamientos oncológicos agresivos que generan mayor catabolismo. Cabe destacar que los pacientes que recibieron tratamientos menos intensos (como fluorouracilo con folato) parecieron beneficiarse más de la suplementación.

En pacientes con caquexia o pérdida de peso involuntaria, la ganancia de peso puede ser deseable, pero en otros contextos (como tratamientos hormonales que inducen aumento de grasa), la ganancia ponderal podría ser perjudicial. Por ello, el efecto de CrS debe interpretarse considerando el estado clínico y objetivo terapéutico individual.

Solo un estudio analizó esta variable y mostró mejoras significativas con CrS. El ángulo de fase es un marcador de salud celular y de estado nutricional, y su mejora puede deberse a un mejor equilibrio entre agua intracelular y extracelular, además de la posible capacidad antioxidante de la creatina. Estos hallazgos, observados también en otras poblaciones como pacientes con EPOC, podrían indicar un beneficio de CrS en la integridad celular de pacientes oncológicos, aunque se necesita mayor evidencia.

  • Masa magra y masa muscular

En los estudios que analizaron la masa magra, todos mostraron aumentos tanto en el grupo de CrS como en el placebo, sin diferencias significativas entre grupos. Sin embargo, estos resultados deben interpretarse con cautela, ya que todos los estudios incluyeron un programa de ejercicio de fuerza, lo cual por sí solo es altamente eficaz para aumentar masa muscular, especialmente en individuos desentrenados. En uno de los estudios, el grupo de CrS duplicó el aumento de masa magra en comparación al placebo, y en otro, el grupo CrS tuvo un aumento significativo que no se observó en el grupo control. No obstante, las muestras pequeñas y las tasas de abandono podrían haber impedido detectar diferencias estadísticamente significativas.

Se plantea también que, debido a la fisiopatología del cáncer, los efectos anabólicos de la creatina podrían no manifestarse de la misma manera que en sujetos sanos. Estudios futuros con mayor potencia estadística deberían explorar esta hipótesis.

De los cinco estudios que evaluaron el impacto de la CrS sobre la masa grasa, dos mostraron beneficios: uno sin intervención de ejercicio y otro con entrenamiento de fuerza. En este último, la CrS mitigó el aumento de grasa derivado de la terapia de privación androgénica. Este efecto se alinea con hallazgos en otras poblaciones donde la CrS contribuyó a una mejor composición corporal.

A pesar de ello, otros tres estudios no observaron efectos significativos, lo que indica una gran variabilidad de resultados. La posibilidad de que la CrS contribuya a frenar el aumento de grasa durante tratamientos oncológicos es prometedora, pero debe confirmarse con estudios más homogéneos.

  • Interacción con el entrenamiento de fuerza

Solo tres estudios combinaron CrS con entrenamiento de fuerza. En uno de ellos, se observó un mayor beneficio en masa magra en el grupo con creatina, y en otro, se mitigó el aumento de grasa en el grupo con suplementación. Sin embargo, el ejercicio por sí solo puede ser tan potente en individuos sin entrenamiento previo que podría enmascarar el efecto de la suplementación. Esto coincide con hallazgos previos en personas mayores o con cáncer, donde añadir proteína o creatina a un programa de fuerza no siempre genera beneficios adicionales.

La CrS fue bien tolerada. Solo un estudio reportó efectos secundarios leves (náuseas, dolor abdominal), similares en ambos grupos. Por tanto, puede considerarse segura en pacientes con cáncer.

Conclusión

La suplementación con creatina parece segura y potencialmente beneficiosa en pacientes con cáncer, particularmente cuando los tratamientos son menos agresivos o en fases no metastásicas. Aunque los efectos sobre la composición corporal (peso, masa magra y grasa) no fueron concluyentes, sí se observaron tendencias positivas en algunos subgrupos. Las limitaciones metodológicas —como pequeñas muestras, duración insuficiente de los programas y heterogeneidad en protocolos de entrenamiento y suplementación— podrían haber impedido detectar efectos significativos.

Se recomienda que futuros ensayos clínicos cuenten con mejores diseños, mayor número de participantes y una evaluación más precisa de la composición corporal (por ejemplo, mediante DEXA y análisis del ángulo de fase), así como que exploren el efecto de la CrS en tipos de cáncer con alta prevalencia de sarcopenia como el colorrectal, pulmonar o gástrico.

Acceso libre al artículo original en: https://www.fisiologiadelejercicio.com/wp-content/uploads/2025/06/Effect-of-Creatine-Supplementation-on-Body-Composition-in.pdf

Referencia completa:

Del Arco A, Aguirre-Elordui S, Olasagasti-Ibargoien J, Castañeda-Babarro A. Effect of Creatine Supplementation on Body Composition in Cancer Patients: A Systematic Review. Nutr Cancer. 2025 Jun 19:1-12. doi: 10.1080/01635581.2025.2519965.

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